La verdad sobre el resveratrol. Parte II

La función del resveratrol dentro de la célula todavía no ha sido resuelta. En estudios de laboratorio con animales modelo, como el nematodo Caenorhabditis elegans y la mosca Drosophila melanogaster, se ha visto que el resveratrol activa a las sirtuinas, unas proteínas implicadas en el envejecimiento, la resistencia a estrés y la eficiencia energética, entre otras funciones (Satoh et al., 2010). En estos organismos, prolonga su vida media, mimetizando las consecuencias de la restricción calórica en la dieta (Wood et al., 2004). 

Recientemente, estas investigaciones están siendo revisadas, ya que algunos científicos han encontrado que el resveratrol no activa directamente a las sirtuinas (Beher et al., 2009, Pacholec et al., 2010) y que puede que éstas, finalmente, no tengan una relación directa con el aumento de vida media en C. elegans y D. melanogaster, como se había pensado (Burnett et al., 2011).

La investigación in vitro con células humanas todavía no ha desentrañado la ruta completa de proteínas sobre las que el resveratrol tiene influencia, pero se ha visto que tiene efectos potentes a concentraciones fisiológicas (0.1 µM), que resultan en un proceso de vasodilatación y, por lo tanto, ayudan a reducir la presión sanguínea y el riesgo de enfermedades cardiovasculares (Nicholson et al., 2008).  En ratones tratados con resveratrol, se vio un aumento de su capacidad aeróbica y que les protegía contra la obesidad inducida mediante la dieta y contra la resistencia a insulina (Baur et al., 2006; Lagouge et al., 2006).

Sin embargo, independientemente del mecanismo de acción exacto del resveratrol dentro de la célula, hay estudios con personas que demuestran que la administración diaria durante 6 semanas de extracto de Polygonum cuspidatum, que contiene  40mg de resveratrol, induce una reducción significativa de la generación de factores involucrados en estrés oxidativo y estrés inflamatorio (Ghanim, 2010). Además, la estabilidad y la seguridad del resveratrol para el consumo humano han sido probadas, establenciendo la dosis máxima tolerada por humanos de resveratrol en 5g al día (Patel et al., 2011).

Sheldon R. Pinnell, del Centro Médico Universitario de Duke, ha elaborado un artículo (Pinnell, 2003) donde explica cómo el sol daña la piel -produciendo cáncer y envejecimiento-, cómo la piel se protege naturalmente del estrés oxidativo causado por la luz solar (Thiele et al., 2000), los defectos de las cremas solares (Liardet et al., 2001; Autier et al., 2001; Wulf et al., 1997; Damian et al., 1997; Xu et al., 2001),  y las ventajas añadidas por los antioxidantes tópicos para la fotoprotección cutánea (Pinnell, 2003). El análogo sintético de la conezima Q, idebenona, ha sido documentado como el antioxidante tópico más potente. Un nuevo producto que contiene un 1% de idebenona en su composición (Prevage MD, Allergan, Inc., Irvine, CA) se probó frente a otro con 1% de resveratrol (desarrollado por Calidora Skin Clinics, Seattle, WA) usando el test ORAC (Oxygen Radical Absorbance Capacity, Brunswick Laboratories, Norton, MA) y el resultado fue que el producto con resveratrol tuvo un rendimiento de potencial antioxidante 17 veces mayor (Baxter, 2008).  

En resumen y como conclusión, todavía es necesaria mucha investigación a cerca de las funciones del resveratrol dentro de la célula que aclaren y precisen los beneficios que podemos extraer de esta pequeña molécula de origen vegetal. De momento, los ensayos a nivel fisiológico en humanos son prometedores y apuntan hacia una verdadera eficacia y resultados reales.