¡Hola a todos!
Seguro que muchos os
habréis pintado para disfrazaros este Halloween
y celebrarlo. La piel es un órgano de múltiples funciones, y la de
lienzo para el arte y la belleza es una de ellas. Como todo en la vida,
maquillarse tiene también inconvenientes y por ello debemos prestar especial
atención al cuidado de nuestra piel. La elección del maquillaje adecuado al
tipo de piel y una desmaquillado completo, ayudan a que podamos disfrutar del
maquillaje sin preocuparnos.
De todos los posibles
efectos adversos, el más llamativo puede ser las reacciones de sensibilidad o
alérgicas a los productos que se aplican a la piel. Los cosméticos pasan por
ensayos de tolerancia dermatológica con
el objetivo de asegurar que una vez en el mercado no crearán problemas de
irritación. Sin embargo, cada piel es un mundo y siempre hay componentes que no
todos toleran. Si se observa que un producto produce picor, enrojecimiento o
cualquier otro síntoma de irritación, se debe
dejar de usar y acudir a un dermatólogo para determinar la causa.
El uso inadecuado de los
cosméticos de maquillaje, puede dar lugar a la obstrucción de los poros de la
piel favoreciendo la aparición de comedones u otras imperfecciones. Cada poro
es una abertura a un folículo, el cual contiene un cabello y una glándula
sebácea. El aceite secretado por la glándula ayuda a eliminar las células
cutáneas viejas y mantiene la piel suave. Si el poro se obstruye, el sebo no sale,
se acumula suciedad, bacterias y células inflamatorias dando lugar a
inflamación y enrojecimiento de la zona afectada Esto es especialmente delicado
en adolescentes, quienes están en una etapa de cambios hormonales lo que hace
que, en general, tengan la piel más grasa y con tendencia acneica. . Por este
motivo, se recomienda el uso de maquillajes “no comedogénicos”, que son
aquellos que no obstruyen los poros y evitan la formación de comedones,
coloquialmente, espinillas o granos.
Desmaquillarse en profundidad,
como parte de una rutina, también es importante para prevenir otros efectos que
pasan mucho más desapercibidos a corto plazo, como el envejecimiento de la
piel. No retirar el maquillaje favorece el acúmulo de las células muertas de su
superficie, las cuales evitan que la piel respire, haciendo que luzca marchita.
Una buena rutina de
limpieza facial diaria, así como el uso de un jabón exfoliante una o dos veces
a la semana, hará que nuestra piel se mantenga a salvo del exceso de células
muertas,suciedad y restos de maquillaje, quedando limpia y oxigenada.
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