Ha llegado el verano, y hemos
pasado del calzado cerrado a las sandalias.
Nuestros pies han pasado de estar
cubiertos a estar completamente expuestos
al exterior. Ahora es cuando nos fijamos en que hemos descuidado su
atención.
Al igual que cuidamos la piel de
nuestro cuerpo, nuestra cara o nuestras manos, deberíamos cuidar la piel de nuestros pies. Y no es sólo por
estética, si no para que no lleguen a tener problemas que hasta puedan
dificultarnos caminar bien.
Trataremos sobre la importancia
de una correcta hidratación y
tratamiento de durezas, así como técnicas de masaje para aumentar el
bienestar general de nuestro organismo y proporcionar así un merecido descanso
a nuestros pies.
LOS TALONES
AGRIETADOS Y LOS HELOMAS
Todos aquellos factores que aumentan la deshidratación,
pisar mal, elegir calzado no adecuado para nuestros pies, estar mucho tiempo de
pie, etc, contribuyen a que en los talones aumente
la sequedad y comiencen a aparecer
zonas de piel seca descamada que en vez de caerse, se van acumulando
apareciendo una especie de costra que puede llegar a abrirse en grietas,
sangrar y doler.
Pero no es necesario llegar a
esto si se siguen unas pautas diarias que no te llevarán mucho tiempo:
- Durante la ducha o tras ella, aprovechando que
tus pies han estado en contacto con agua
caliente o tibia, esa zona ha sufrido un reblandecimiento que es ideal para
eliminar, mediante exfoliación con
piedra pómez, las células muertas que se han ido acumulando en la zona de
los talones y en la cabeza de los metatarsianos, lo que normalmente llamamos la
almohadilla del pie.
- Secar los pies
concienzudamente es muy importante, sobre todo aquellos que
seáis diabéticos. Es importante no dejar
zonas húmedas en las zonas interdigitales porque puede darse una posterior
maceración y producirse heridas
bastante molestas y que se pueden infectar,
daos cuenta de que el pie está muy
expuesto a contaminación externa en esta época.
- Ante problemas mayores, caso de aparición de grietas, incluso de heridas o por la presencia de helomas, también conocidos como “ojos de gallo”, es necesario acudir a un profesional para
realizar un correcto tratamiento de estas alteraciones. Un podólogo es el único que puede realizar las acciones necesarias
para la mejora de tus pies, ya que es necesario
eliminarlas mediante acción mecánica. Además, te dará unas pautas de
cuidado diario, así como indicaciones para mejorar tu pisada y saber escoger el
calzado ideal.
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HIDRATACIÓN Y MASAJE
Un paso muy importante ahora
sería aplicar una crema altamente hidratante. Para ello te proponemos Soin Corps, el tratamiento VIÑALI para
hidratar en profundidad gracias al alto
contenido en manteca de Karité. Además, la untuosidad de su fórmula, permite
aplicar un masaje duradero que te aliviará de las tensiones diarias y
obtendrás una relajación profunda. También permitirá que vuestra piel luzca tersa y firme, gracias a la presencia
de Cacao reafirmante BIO en su
fórmula, y reparada de la agresión
solar a la que en esta época están expuestos, por su alto contenido en Resveratrol, sustancia muy antioxidante.
En casos de pies más secos,
aconsejamos añadir unas gotas de Huile
des Vignes de VIÑALI con excelentes propiedades
calmantes y reparadoras.
Expertos en Reflexología
explican los múltiples beneficios del masaje terapéutico en el pie que son
percibidos instantáneamente. Gracias a la untuosidad de Soin Corps podrás dar o recibir un masaje duradero, que te va a
proporcionar:
- Un poderoso efecto de relajación en el cuerpo.
- Control de la ansiedad.
- Alivio del dolor por estar de pie, exceso de ejercicio, mala pisada.
- Mejora la presión arterial y el ritmo cardíaco en el momento que se realiza.
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Para conseguir todo esto, hidratación y relajación, vamos a aplicar Soin Corps en las manos y
haremos fricción para calentarla un poco, así tendrá más efecto relajante.
Al aplicarla sobre el pie, lo
haremos en movimientos circulares y
con los dedos pulgares con moderada
presión, masajearemos las partes más
sobresalientes y redondas de la planta de los pies.
Haremos lo mismo con los dedos, empezando por el pulgar, ejerciendo cierta
presión, y hacia los demás dedos, no olvidando los espacios interdigitales.
Para terminar, utilizaremos calcetines de algodón para permitir que
la crema penetre y no manchemos ni el suelo ni el calzado. Sería conveniente
disfrutar del momento y dejar los pies en reposo, elevados o ligeramente
elevados.
Así, tus pies lucirán sanos y el notarás
el bienestar que te proporcionarán estas acciones.
¡Os esperamos nuestra próxima
entrada! ¡Que paséis un buen fin de semana!
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